martes, 31 de julio de 2007

Le vamos a la IZQUIERDA

Como pueblo que somos, ¡le vamos a la izquierda!
Posición del Frente Nacional de Lucha - FNL - de cara al actual proceso electoral

Guatemala se ha sumergido ya en la triste dinámica de un nuevo proceso electoral. Todos los candidatos de los partidos políticos de la derecha, sin excepción, ahora se la pasan de pueblo en pueblo haciendo promesas vacías, en un vano afán por tomarle de nuevo el pelo al electorado. Sus discursos, cargados de demagogia, son idénticos a los que esgrimían hace cuatro y hace ocho años. Las mismas patrañas, los mismos embustes, apenas barnizados por una débil pero carísima capa de publicidad.

Ya empezó, por parte de las derechas, la danza multimillonaria de propaganda estéril, de vallas de carretera con la foto de los principales mentirosos, de canciones pegajosas en la radio y en la tele, de piedras pintadas de este o aquel color partidario, de engaños que ya nadie cree pero que insisten en repetir hasta el aburrimiento, de compra de votos a través de regalos que al final resultan costosísimos para todos los sectores populares. En síntesis, empezó la farsa.

Pero esta vez hay un actor protagónico nuevo, diferente, activo, beligerante, cuya creciente presencia no pueden ya ignorar y tiene muertos de miedo a todas las expresiones de la derecha, incluidos, claro, los grandes y codiciosos empresarios y terratenientes. Nos referimos al Movimiento Amplio de Izquierda, MAIZ. En cuestión de semanas, MAIZ se ha convertido en una fuerza política innovadora y auténtica, que cuenta con un respaldo cada vez mayor por parte del pueblo y de sus legítimas organizaciones. Este pueblo nuestro sabe perfectamente que nada bueno puede esperar de las derechas y, en defensa de sus intereses superiores, ahora le va a la izquierda.

¿Por qué el pueblo opta por la izquierda?

1.- Porque sólo en la izquierda se reflejan sus legítimos intereses. La auténtica izquierda guatemalteca, organizada en MAIZ, no hace falsas promesas de campaña, sino que, por el contrario, propone ante el electorado un Programa de Gobierno en cuyos contenidos se expresan las políticas públicas que el país debe adoptar para dar respuesta satisfactoria a los problemas sentidos y a las necesidades básicas de la población. Se trata de un Programa serio, maduro y objetivo, nacido en amplia consulta con el propio pueblo y con sus organizaciones, y no inventado desde el escritorio de cualquier técnico ajeno a las luchas de su pueblo.

2.- Porque la izquierda propone candidatos y candidatas del pueblo. En los listados para Alcaldes y Consejos Municipales, para Diputados al Congreso de la República y para la Presidencia y Vicepresidencia, MAIZ se luce al presentar ante la población los nombres de destacados hombres y mujeres que han luchado siempre, sin descanso, al lado del pueblo. Ahí no están los políticos tradicionales y oportunistas, que aparecen sólo cuando hay campaña electoral y que se acuerdan del pueblo solamente cuando tienen que ir a pedirles el voto, sino que, por el contrario, están aquellas personas que, a lo largo de sus fructíferas vidas, con sus hechos han puesto en evidencia su compromiso inclaudicable por construir una Guatemala digna, justa y humana. Se trata de candidatos y candidatas que siempre han dado la cara, que van delante porque se saben respaldados por un pueblo altivo y valeroso que ya se cansó de que los políticos de siempre le incumplan una vez sí y otra también.

3.- Porque esta es la hora de la izquierda. La población de todo el país está harta de tanto engaño, de tanta mentira. Está harta de que en cada campaña electoral se les prometan miles de cosas, y que luego ninguna se cumpla. Y sabe perfectamente que son las derechas las que les han venido mintiendo una y otra vez. Saben que, de esas derechas, no pueden esperar más que mayor pobreza, mayor inseguridad, mayor desempleo, mayores angustias. Por eso, esta vez la población ha tomado conciencia y le va a la izquierda. Así ha ocurrido ya en otros países de América Latina y ocurre ya aquí también. El pueblo y sus organizaciones han decidido, por fin, darle la espalda al coro de farsantes que han venido engañándolos y, a tono con ello, darle su respaldo decidido a las fuerzas emergentes desde la izquierda.

4.- Porque hay que rescatar el espíritu de la Revolución de Octubre. Entre 1944 y 1954 el pueblo de Guatemala vivió su mejor época en los últimos siglos. Dos Gobiernos consecutivos, de Arévalo y Arbenz, procuraron crear una sociedad justa, que rompiera con la exclusión, la explotación, la discriminación y la miseria a las que las clases dominantes habían sometido al resto del país. Sin embargo, ese sueño de vivir un país diferente fue abortado a sangre y fuego por una invasión financiada, dirigida militar y políticamente por los Estados Unidos y sus cipayos locales. Pero todavía hoy, más de cinco décadas después, el pueblo recuerda con nostalgia y añoranza aquellas épocas de primavera. Reforma Agrsaria, voto para las mujeres, Código de Trabajo, IGSS, respeto a la libertad de organización popular, entre otros logros relevantes, se conquistaron bajo los dos gobiernos revolucionarios. El espíritu prevaleciente en esa década hay que revivirlo y traerlo de vuelta, adecuarlo a estos tiempos y convertirlo en guía para el quehacer del Estado y sus instituciones. El pueblo y sus organizaciones saben perfectamente que rescatar la Revolución de Octubre es una tarea que sólo pueden emprender los hombres y mujeres de izquierda.

5.- Porque basta ya de gobiernos de derecha. Desde 1954 y en adelante, el país ha sido gobernado de manera inescrupulosa por las derechas. Los desastrosos resultados que, en función de los intereses y derechos del pueblo, se han alcanzado tras 50 años de derechas sucesivas, saltan a la vista. En la construcción de tanta injusticia, de tanta pobreza y exclusión, son igualmente responsables tanto la derecha militar como la derecha empresarial. A ambas, al final, las mueve el mismo interés: hacer ricos cada vez más ricos, a costa de pobres cada vez más pobres. Claro que a ellos, los ricos que gobiernan en su exclusivo beneficio, no les ha ido nada mal. Por el contrario, han manejado a Guatemala como si fuera su propia finca y como si el pueblo estuviera llamado a ser nada más que el peón mal pagado y maltratado de su feudo privado. Las derechas, sin escrúpulos de ninguna naturaleza, han lucrado a su gusto y placer, a costa del hambre y la miseria del pueblo. Su sed insaciable de riqueza los ha llevado a empujar a los sectores populares hasta el sótano mismo de la miseria. Por ello, de frontera a frontera y de costa a costa, el pueblo está harto de las derechas y, por fin, está dispuesto a darles la espalda. Ya no más mentiras ni engaños. Ya no más falsas promesas ni discursos vacíos. Ahora, con toda seguridad, los sectores populares le vamos a la izquierda.

6.- Porque ahora, con la izquierda, vamos también las organizaciones populares. Esta no es la primera vez que la izquierda participa en un proceso electoral. De hecho, lo hizo incluso desde antes de que se firmaran los Acuerdos de Paz, en aquella ocasión como Frente Democrático Nueva Guatemala. Lo nuevo es que, hoy, se ha forjado una sólida y vigorosa alianza entre las estructuras político partidarias del único partido de izquierda existente en el país, y las fuerzas de los más significativos movimientos sociales. Esta alianza entre múltiples y diversas organizaciones populares y un partido, URNG, se basa sobre todo en el respeto mutuo y se simienta en la afinidad ideológica. Su construcción abrió el espacio a una nueva fuerza política y social de vocación revolucionaria, que adopta, como nombre de lucha, el de “Movimiento Amplio de Izquierda, MAIZ”. Los verdaderos movimientos sociales sólo podemos ser de izquierda, porque estamos al lado de los intereses y derechos del pueblo. Por ello, la alianza que estamos construyendo llena de miedo a los grupos minoritarios pero poderosos que controlan el poder para su exclusivo beneficio.

7.- Porque la lucha electoral es una parte de nuestra lucha revolucionaria. La historia nos ha enseñado, como pueblo, que en Guatemala todo lo bueno que existe en términos de políticas públicas ha habido que conquistarlo en la lucha. Cada logro en beneficio del pueblo ha sido necesario arrebatárselo a los sectores egoístas y codiciosos que han tenido siempre la sartén por el mango. Y, para alcanzarlo, ha habido que luchar. En esta ocasión, hemos asumido, desde las auténticas organizaciones populares, una nueva trinchera de lucha: la lucha electoral. Hemos roto con el viejo discurso de que los movimientos sociales no nos metemos en cuestiones políticas, porque entendemos que, ante los procesos electorales, existe la responsabilidad de adoptar una posición propia y luchar por hacerla prevalecer. Y porque, mediante la participación en esta lucha, se obtendrán espacios de poder desde los cuales será posible comenzar a darle impulso a la construcción revolucionaria, que es y debe ser nuestra meta superior a alcanzarse.

8.- Porque el pueblo está en contra de la privatización de la salud, de la educación, de la seguridad, etc.: Los sectores populares y sus organizaciones saben que las derechas han privatizado todo lo que han podido y que ahora quieren privatizar servicios básicos que la población requiere. Todos los partidos de la derecha votaron, por ejemplo, a favor del Tratado de Libre Comercio, TLC, y con ello ratificaron su posición a favor de los ricos y en contra de las grandes mayorías del pueblo. Peor aún en el caso de la UNE, puesto que fue Álvaro Colom y sus diputados quienes propusieron que la aprobación de este atropello fuera de urgencia nacional. Nuestro pueblo es dueño de derechos y no está dispuesto a renunciar a ellos. Nuestro pueblo sabe que respetar y hacer cumplir cada uno de esos derechos es una obligación del Estado, según lo mandatan la Constitución Política y las leyes vigentes. Sabe, también, que la defensa de esos derechos sólo proviene desde la izquierda mientras que, por el contrario, las derechas sólo buscan cómo acabar con ellos. Pero ya se les ha derrotado en numerosas consultas populares, en la lucha contra la Ley de Concesiones, en la batalla contra la Ley del Agua, en la detención del paquetazo fiscal, en fin, como pueblo, como izquierda, como movimientos sociales, los hemos hecho morder el polvo de la derrota y los derrotaremos también en la lucha electoral. Con ello, enterraremos por siempre el proyecto neoliberal y antipopular que imponen las derechas.

9.- Porque a este pueblo se le respeta: Han sido tantos los abusos en contra del pueblo, que ya la gentre está harta de que se les mienta y ahora está dispuesta a hacer valer su dignidad. Nuestro pueblo es un pueblo digno y valeroso, que ya no se va a prestar al juego de engaños e irrespetos constantes al que lo han sometido las derechas y de quienes se disfrazan de izquierda. El pueblo guatemalteco ha dicho ¡basta! y ha echado a andar, por caminos nuevos que conducen hacia la justicia, hacia la equidad y, por lo tanto, hacia la paz y la construcción de una verdadera democracia. Vamos a hacer de la trinchera electoral un eslabón en la ardua y cotidiana tarea de construcción revolucionaria.


Conozcamos a los candidatos y candidatas del pueblo


Naturalmente, el espacio del que disponemos no nos permite publicar las fotos y biografías de todos nuestos candidatos y candidatas. Compartimos, por lo tanto y por ahora, las de cuatro futuros diputados y diputadas al Congreso de la República, quienes, desde sus curules serán, sin duda alguna, dignos representantes de los intereses superiores del pueblo y férreas luchadoras en la defensa de cada uno de sus derechos.



Luis Lara: Candidato a diputado por el listado nacional. Dirigente sindical de reconocida trayectoria de lucha en todo el país. Su compromiso inclaudicable con los sectores populares ha marcado cada etapa de su vida, y ha sido siempre puesto de manifiesto tanto con su palabra como, sobre todo, con su acción. Luis será sin duda, un diputado diferente, que hará de su curul una trinchera de las luchas del pueblo.



Manfredine Golcher: Candidato a diputado por Escuintla. Destacado dirigente del STEG. Miembro del Consejo de Educación del municipio de Siquinalá y cofundador de dos Institutos de Educación Básica por Cooperativa. Ha trabajando directamente con el FNL. Comprometido con los intereses y luchas populares. Identificado plenamente con los procesos de Izquierda y comprometido con el pueblo.



Alex Salazar: Catequista y líder magisterial. Nombrado Maestro Distinguido del Municipio de Masagua, Miembro de la Coordinadora Departamental de MAIZ y del municipio de Masagua y militante de la URNG en Masagua. Recientemente fue uno de los 22 maestros capturados injustamente por la policía nacional civil en Obero, Masagua.



Victoriano Acajabón: Compañero indígena. Incansable luchador social. Obrero de la construcción y operario de maquinaria pesada. Miembro activo del Frente Nacional de Lucha en Escuintla. Luchador sindical de años: hace 25 años fue dirigente del Sindicato de la fábrica de Cong hermanos, de Escuintla y activista de FASGUA y CNT en la década de los 70 y 80s.

¡Votemos por nuestro MAIZ en todas las papeletas, para elegir a nuestros mejores hombres y mujeres!

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