En Cataluña, la Nissan quiere hacer lo que le da la gana
En Cataluña, la clase trabajadora habla el lenguaje de la lucha. Resulta que allí la fábrica Nissan ha planteado la propuesta de despedir a mil 680 empleados, debido a una crisis económica por la que argumentan estar atravesando. Lo cierto es que no es válido que, con crisis o sin ella, el costo de las medidas empresariales que se adopten caiga sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras y de sus familias.Ayer, en un hermoso acto de solidaridad, las organizaciones sindicales catalanas se dieron la mano y, a una sola voz, emprendieron una enorme marcha por las principales calles de Barcelona, denunciando las pretensiones de esta empresa y rechazando con firmeza la adopción de medidas como la anunciada.
Ahí estaban, hombro con hombro, los afiliados y afiliadas a Comisiones Obreras, a la UGT, a la CGT y a varias centrales y sindicatos, así como miembros de diferentes partidos políticos de izquierda, identificados con las luchas de su pueblo.La naturaleza unitaria de la protesta quedó puesta en evidencia con el hecho de que la dirigencia de las centrales sindicales marchó en un solo bloque, encabezando la inmensa marcha. Esa unidad multiplicó la voz de la clase trabajadora y se constituye, en la práctica, en una de sus principales fortalezas.
La legislación laboral vigente en Cataluña establece que, ante un caso como el mencionado, para proceder a los despidos la empresa requiere luz verde por parte del Gobierno. De todas maneras, por si acaso el mensaje no ha llegado con claridad a las autoridades, el próximo 5 de Noviembre realizarán otra acción similar, de todavía mayores proporciones.
Desde las organizaciones que formamos parte del Frente Nacional de Lucha expresamos nuestra solidaridad activa con los hermanos y hermanas catalanes, y hacemos público nuestro afán de que su lucha se vea coronada por el éxito, en beneficio, en primer lugar, de las familias que se verían afectadas, y, además, en procura de evitar que los sectores obreros de Cataluña pierdan la confianza en sus actuales autoridades de Gobierno.
Desde Guatemala, instamos a las autoridades del Gobierno catalán a cerrar filas al lado de su pueblo y a negarse a facultar a la Nissan para que despida a sus trabajadores y trabajadoras. Al fin y al cabo, fue ese mismo pueblo que marchó ayer quien, con sus votos, sentó en sus sillas a quienes hoy gobiernan. Fueron esos mismos trabajadores hoy amenazados quienes otorgaron a los funcionarios electos el poder que hoy los faculta para tomar la decisión correcta.
Compañeros y compañeras catalanes, ¡ni un paso atrás!
Sepan que, en Centroamérica, estamos con Ustedes porque su lucha es justa. Y es,
entonces, también nuestra lucha.
¡La Lucha Sigue!
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