martes, 21 de octubre de 2008

Saludo a URNG-MAIZ

Guatemala, 20 de Octubre del 2008

Saludo fraterno y revolucionario

Ayer, 19 de octubre, URNG-MAIZ realizó con todo éxito la Asamblea partidaria que mandata la Ley Electoral. Sin embargo, según pudimos constatarlo, mucho más que sólo cumplir con uno de los requisitos que impone la legislatura vigente, el proceso asambleario se constituyó en un importante espacio abierto a la renovación y al cambio.

Como parte que somos del Movimiento Amplio de Izquierda, MAIZ, aplaudimos los esfuerzos y los resultados que emanan de este proceso interno partidario y tenemos la certeza de que los resultados alcanzados contribuirán a construir la revolución necesaria e impostergable que a los sectores populares les urge, de cara a la forja de una nueva Guatemala, justa, digna y humana.

En primer lugar, fue un proceso que implicó reflexiones a lo largo y ancho de todo el país, desde el ámbito municipal, pasando por el plano departamental, hasta la Asamblea Nacional realizada ayer. Y en cada uno de los espacios se generaron enriquecedores y fraternos debates respecto al rumbo que debe emprenderse de cara (i) a la construcción y fortalecimiento de la organización revolucionaria que el país requiere, (ii) a las formas de multiplicar en el seno del pueblo la conciencia de clase, y, (iii) al compromiso indispensable que debe tenerse con las luchas que se emprenden en defensa de los intereses y derechos de esa clase social sobre cuyos hombros pesan todos los efectos negativos derivados de las políticas neoliberales que impulsa la derecha, así como desde las imposiciones del Imperio.

La voluntad de construir una fuerza partidaria innovada e innovadora se puso de manifiesto en el hecho de que el propio Comité Ejecutivo Nacional, CEN, entidad responsable de la conducción del Partido, se renovó en un 63%. Esto implica la inyección de nuevos bríos, de nuevas ideas y energías para determinar los caminos a seguirse, en pos de un legítimo sueño revolucionario que se mantiene como norte.

Al nuevo CEN de URNG le espera ahora un gran reto: construir, codo a codo con las fuerzas que integramos MAIZ y al lado de nuestro pueblo y de sus auténticas organizaciones, la revolución necesaria.

En esa impostergable tarea, tenemos que aprender a caminar unidos, tras metas comunes. Cada organización por el sendero que le corresponde, pero todos convergentes en un mismo ideal. Cada una con sus propios pasos, a sus propios ritmos, con sus propios estilos, pero orientadas hacia un mismo horizonte. Caminar en pos de un legítimo sueño largamente postergado:

• Hacer de Guatemala una nueva sociedad en la cual existan razones válidas para sentirse orgullosos de vivir en ella;

• en la que la equidad y la justicia se impongan por encima de todas las formas de discriminación y de exclusión de millones al disfrute de los bienes y servicios sociales;

• en la cual se respete plenamente la dignidad humana y exista, para cada ciudadano y ciudadana, la posibilidad de hacer de la fraternidad una actitud de vida;

• una nueva Guatemala enriquecida a partir de su propia diversidad, capaz de hacer de cada diferencia una fuente de enriquecimiento y no de división ni, mucho menos, de antagonismo innecesario;

• una Guatemala diferente, en la cual la paz deje de ser palabra destinada solamente a engalanar discursos y pase a ser, más bien, parte integral de la realidad del país;

• una Guatemala en la que nos entendamos como hermanos y hermanas y aprendamos a vivir en armonía y respeto también con nuestro entorno;

• Una nueva Guatemala basada en la equidad, la justicia, la igualdad y la interdependencia;

• que asegure una mejor calidad de vida para todos y todas, sin discriminaciones de ningún tipo;

• que reconozca y acepte la diversidad como fundamento para la convivencia social.

• Una sociedad donde lo primero sea la condición de persona de todos sus integrantes;

• que garantice su dignidad, sus derechos, su autodeterminación, su contribución a la vida comunitaria y su pleno acceso al disfrute de las riquezas generadas como fruto del trabajo.

Construir esa sociedad es, al fin y al cabo, hacer revolución, y ese es el desafío que, como organizaciones al servicio del pueblo, nos espera. Debemos enfrentarlo con dedicación y con entrega. En ello, estamos seguros, como FNL coincidiremos con URNG-MAIZ y nuestros caminos, entonces, se articularán en un tejido armonioso y coherente.

¡LA LUCHA SIGUE!

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