domingo, 7 de noviembre de 2010

La Salud en Alto Riesgo

 

Guatemala, 8 de Noviembre del 2010

Habrá que luchar por el derecho a la salud

Dejar sin recursos al sistema de salud

es una política

que puede calificarse como criminal,

porque conduce

hacia la privatización del servicio y,

con ello,

condena a muerte

a quien no pueda pagar

por el derecho a seguir vivo

 

La propuesta de Presupuesto Nacional de Ingresos y Egresos de la República para el 2011 ya fue entregada al Congreso de la República para su debate y aprobación. Esta propuesta, elaborada y enviada por el Gobierno, recorta al Ministerio de Salud la suma de 222 millones de quetzales. Le recorta recursos financieros a un área vital de los servicios públicos que, incluso sin la rebaja, a duras penas existe. Es decir, el Gobierno, al reducir ese presupuesto, atenta de manera flagrante contra el irrenunciable derecho a la salud del pueblo y contra los también irrenunciables derechos laborales de los trabajadores y trabajadoras salubristas.

De aprobarse ese recorte presupuestario implicaría, como mínimo según datos del propio Ministerio de Salud, la materialización de las siguientes agresiones, cada una de las cuales puede, en sí misma, traducirse en hechos de muerte:

· Cada día se quedarán sin atender, por falta de recursos, mil emergencias hospitalarias. 30 mil emergencias al mes. 360 mil emergencias en el año.

· También por falta de recursos presupuestarios dejarían de atenderse dos mil consultas externas. Esto implica 60 mil personas sin atenderse cada mes. 720 mil durante el año.

· Se quedará sin atender una de cada tres personas que necesiten hospitalización, es decir, 146 mil personas en el año.

· Un millón de habitantes no se beneficiará de la extensión de cobertura de atención primaria de salud.

· Se producirá un déficit de 4 mil viviendas por día que no serán tratadas contra los vectores que causan la malaria, el dengue y la enfermedad de Chagas, facilitando la aparición de enfermedades tropicales.

· De las personas viviendo con diabetes y con hipertensión que buscan servicios de salud del MSPAS, casi mil personas por día tendrán que ser rechazadas por falta de recursos, y no podrán recibir atención y medicamentos para impedir el progreso de la enfermedad y evitar la aparición de complicaciones.

Para nadie es un secreto el actual nivel de desabastecimiento que existe en el Sistema Nacional de Salud. Si con el presupuesto actual los recursos no alcanzan, ¿se pueden imaginar qué ocurrirá si, encima, se recorta la asignación presupuestaria?

Esa política, sin duda alguna, conduce hacia la privatización, por cuanto la persona o la familia que necesita servicios de salud se ve obligada a acudir a lo privado para obtenerlos. Cuando va a un Hospital o a un Centro de Salud, en lugar de curarse, lo que recibe son recetas para que vaya a gastar su dinero en las farmacias o a hacerse exámenes en laboratorios privados.

Debe considerarse que al Sistema de Salud Pública acude la población de más escasos recursos. Es decir, que estas afectaciones que se derivarían de la falta de presupuesto suficiente agravarán las condiciones de vida de los sectores populares, colocándose en alto riesgo incluso la vida misma de millares de personas.

La situación, pues, es seria, con el agravante de que tiene una fecha tope: de conformidad con la ley, si para el próximo 30 de Noviembre, es decir, dentro de unos pocos días, el Congreso no ha aprobado la propuesta de Presupuesto para el 2011, quedará automáticamente en vigencia el que se elaboró en el 2008 para el 2009. Es decir, el Ministerio tendrá que trabajar con el mismo presupuesto que hace tres años, el cual, por lo demás, resultó deficitario. Es decir, no alcanzó y fue necesario negociar un adicional de cerca de 450 millones de quetzales para, a duras penas, terminar el año.

Hay que recordar que la población del país se incrementa en 350 mil nuevos habitantes cada año, y que eso conduce a un incremento en la demanda de servicios de salud, razón por la cual es indispensable aumentar el presupuesto asignado a la cartera correspondiente.

Hay que recordar, también, que la desnutrición crónica afecta a más del 49.3% de la infancia, lo que la coloca en altísima vulnerabilidad ante cualquier brote infeccioso que, de otra manera, el organismo mismo eliminaría y que, por ello, la demanda de servicios de salud pública es creciente.

En el momento actual, el Congreso de la República se encuentra prácticamente paralizado por recurrentes maniobras mediante las cuales algunas bancadas o bloques parlamentarios lo que buscan es que no haya tiempo material para discutir el presupuesto y que se llegue a la fecha tope del 30 de Noviembre sin haberlo conocido. Con ese propósito, acuden a interpelaciones eternas e innecesarias, que tienen el único propósito de gastar el tiempo que bien podría emplearse en temas necesarios y urgentes.

Esta táctica dilatoria la están empleando, en primer lugar, los diputados del Partido Patriota, quienes por razones electoreras no quieren que se apruebe la propuesta para el 2011 y obligar así al actual Gobierno a seguir sumergido en una crisis financiera que lo hace quedar mal y favorece el voto en su contra. Pero, por su parte, el Gobierno y los diputados de la UNE quieren aprobar un presupuesto que no sólo no tiene el aumento de 600 millones que el país necesita para cumplir con sus mínimas obligaciones en materia de Salud Pública, sino que rebaja el monto asignado en 222 millones de quetzales.

La Gana, Líder, los independientes, en fin, las otras bancadas de las derechas, se dividen entre esas dos posiciones, ninguna de las cuales conviene al pueblo en su conjunto ni a los trabajadores y trabajadoras salubristas.

Nos enfrentamos, pues, a los mismos de siempre. A aquellos a quienes el bienestar de los sectores populares les importa un pepino. A los politiqueros que, con tal de mantener sus cargos y privilegios, son capaces de decretar sentencias de muerte contra el pueblo, como ocurre en este caso.

Considerando lo anterior, en el FNL tenemos la obligación ineludible de empeñar nuestros mejores esfuerzos para lograr dos metas claras y concretas:

1. Que, antes del 30 de Noviembre, en el Congreso de la República se apruebe el Presupuesto para el 2011, y;

2. Que ese presupuesto que se apruebe incluya un aumento de 600 millones de quetzales al Ministerio de Salud.

Lograr estas metas obliga a dar una dura batalla. Ambas debemos alcanzarlas en defensa de los derechos del pueblo y, para ello, es preciso que, con inteligencia, pongamos en marcha una intensa campaña en la que participemos todos y todas.

En el cumplimiento de esa tarea estamos comprometidos.

¡La Lucha Sigue!

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