¡La Ley Marco de Salud está muerta!
La derrota apabullante a la pretensión del CACIF de aprobar su propuesta de Ley Marco de Salud sólo puede calificarse como una nueva victoria del pueblo, construida a partir de las intensas y decididas luchas desarrolladas por los propios sectores populares y por sus legítimas organizaciones.
Esta Ley Marco de Salud, nacida en el 2006 desde el Plan Visión de País, por fin ha fallecido, y justo es rogar por que su espíritu se retuerza por siempre en lo profundo de los infiernos. Era una ley que conducía de manera directa hacia la pronta privatización de los servicios de salud pública y, por ende, que condenaba a muerte a personas que sufrieran de cualquier enfermedad curable, pero que no tuvieran en sus bolsillos los recursos económicos que les permitieran pagar por el derecho a seguir vivas.
Pero, gracias a las múltiples presiones que se ejercieron desde el seno del pueblo, se logró que dos comisiones del Congreso de la República esta semana emitieran, con respecto a esta propuesta, un dictamen desfavorable, con lo cual se le puso el último clavo a la tapa de su ataúd.
Queda pendiente, aún, un último escalón a vencer, pero en la práctica ya está también superado: Existe en el Congreso una Comisión llamada “Comisión del Plan Visión de País”, que tiene la única tarea de pronunciarse sobre el paquete de leyes que surgieron desde esa iniciativa de los grandes empresarios. Pues esa Comisión no ha emitido todavía su dictamen, y podría darse el caso de que, cediendo ante presiones del CACIF, lo emita de manera favorable. Pero es poco probable que ello ocurra, porque ya el Estado y quienes lo controlan a su exclusivo favor sabe que no le puede imponer al pueblo lo que se les de la gana. Si esta última Comisión dictaminara a favor, habría que verlo como el último aletazo de un pez muerto, al cual, en todo caso, habría que darle su golpe de muerte definitivo. Esa tarea sería responsabilidad, de nuevo, de los sectores populares y de sus organizaciones.
Construir esta victoria no fue, de ninguna manera, una lucha fácil. Porque las organizaciones populares tuvieron que enfrentarse de manera directa con el CACIF y con todo el poderoso andamiaje con el que cuentan a su favor.
Se ha, pues, vencido en otra batalla más. En esta dura contienda, ganó el pueblo, perdió el CACIF. Prevaleció la razón por encima de la fuerza. Predominó el poder popular por encima del poder de los ricos, cosa que ha ocurrido pocas veces en la historia del país, pero que tiende a repetirse cada vez con mayor reiteración en los últimos años.
Las organizaciones que fueron protagonistas en esta batalla pueden, con todo derecho, sentirse orgullosas y satisfechas, porque han sabido defender con hidalguía un derecho básico e irrenunciable del pueblo, y salir victoriosas en la gesta.
Debe destacarse el papel beligerante y digno desempeñado por los compañeros y compañeras del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud de Guatemala, SNTSG, quienes supieron colocarse a la cabeza en cada una de las diferentes trincheras que formaron parte de esta lucha. De igual manera, es merecedor de aplauso el rol que asumieron las organizaciones campesinas e indígenas que forman parte del MOINCAGUA, quienes, en cada rincón del país, se pronunciaron con energía y a través de múltiples formas en contra de la Ley y en defensa de sus legítimos derechos. Y lo mismo cabe decirse respecto a decenas de sindicatos, de organizaciones comunitarias, juveniles, de mujeres, en fin, del pueblo, tanto nacionales como locales, que supieron vestirse de lucha y tomar parte en las acciones que construyeron esta victoria popular.
Especial mención merecen los diputados de la bancada de URNG y, en particular, el Doctor Héctor Nuila, diputado que ocupa la Vicepresidencia de la Comisión de Seguridad Alimentaria del Congreso y es miembro de la Comisión de Salud, quienes, en todo momento, supieron hacer propios la voz y los planteamientos del pueblo y sus organizaciones.
La batalla en la que hemos triunfado es importante, pero no es la única. Faltan por desarrollarse nuevas contiendas, quizás tan duras como ésta o más aún.
Una de ellas será la de darle decidido impulso a la propuesta de Ley alternativa que, con respecto a la Salud, emanó como producto del consenso entre el Colegio de Médicos, la Universidad de San Carlos, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud, el Movimiento de Organizaciones Comunitarias vinculadas a la Salud, varias ONGs auténticamente comprometidas con los derechos del pueblo y otros actores sociales.
Las voces venales que, desde los medios controlados por la derecha, despotrican en contra de las organizaciones populares, suelen afirmar el equívoco de que éstas protestan pero nunca proponen. Pues bien, habrá que demostrar fehacientemente que desde el seno de las organizaciones del pueblo nacen propuestas serias, en las cuales se reflejan sus derechos e intereses, es decir, los que son patrimonio irrenunciable de las grandes mayorías.
Debe saberse que esta nueva victoria cosechada por el pueblo no fue gratuita. Se pagó con esfuerzos comunes, con sudores colectivos, con sacrificios cotidianos y, sobre todo, con la irreparable sangre joven de dirigentes cuyas vidas fueron segadas por anónimas e impunes manos asesinas. Esa sangre derramada en favor del pueblo debemos honrarla siempre, y llevarla como digno estandarte en cada una de las luchas futuras que emprendamos.
Compañero Sergio García, tu caída no fue en vano. Esa Ley a la que te oponías con tanta entrega y dinamismo, ha sido derrotada. Las balas que te cegaron la vida no lograron darle muerte a tus sueños.
Compañero Vicente Caal, tu muerte, prematura e ingrata, se ha convertido en semilla que día a día germina en el seno del pueblo, multiplicándose así tu sólida conciencia de clase y tu infatigable compromiso de lucha.
Mientras en Guatemala predomine la impunidad y prevalezca la injusticia en cualquiera de sus formas, para las conciencias claras del pueblo,
¡LA LUCHA SIGUE!
Adjuntamos el texto oficial del dictamen desfavorable emitido por las Comisiones de
Salud y de Seguridad Alimentaria del Congreso de la República.
(Para que las imagenes se vean más grandes hay de darles click encima)
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