viernes, 29 de febrero de 2008

Duplicar al Ejército

Guatemala, 28 de Febrero del 2008

¿Quién manda en Guatemala?

Para sorpresa de toda la población, probablemente incluida la propia oficialidad castrense, el Vicepresidente de la República, en conferencia formal de prensa, hizo pública la decisión gubernamental de duplicar el número de efectivos del ejército. Y procede a hacerlo justo tras reunirse con 15 oficiales del Ejército de los Estados Unidos que llegaron al país en lo que el mismo Vicepresidente Espada denomina “una visita de cortesía”. Sin embargo, el artículo periodístico establece que la cortesía esa tenía una agenda específica, y que esta contemplaba los temas de seguridad, migración y el fortalecimiento de las fuerzas armadas. Puesta así, más suena a reunión de trabajo que a visita de cortesía.

Por más que se busque y rebusque una y otra vez en las promesas de campaña cargadas de vacíos, en los discursos electorales llenos de demagogia, en el llamado “Plan de los 100 Días” saturado de inconsistencias o en cualquier declaración pública precedente, no es posible encontrar ni media palabra que permitiera anticipar semejante aberración por parte del nuevo Gobierno.

Simplemente se la sacan de la manga, como hábiles prestidigitadores, y llegan al colmo de afirmarle al país que “no habría por qué preocuparse en este momento por la cantidad y el presupuesto”. Es decir, que hay pisto para operativizar esta barbaridad. En este momento no hay que preocuparse al respecto, aseguran. Si se asume como válida esta afirmación, quizás en este momento no habrá afectaciones presupuestarias por las que nadie deba preocuparse, pero después, ¿quién sabe?

¿De dónde nace la idea de duplicar al Ejército y de dónde salen los recursos para hacerlo? El Vicepresidente, en persona, indica algunas posibles fuentes: “Espada explicó que recibirán ayuda de los gobiernos de Estados Unidos, Argentina, Chile, México y Brasil”.Lo curioso del asunto es que, al hacer del dominio de la opinión pública este nuevo desatino, el Dr. Espada aparece rodeado de oficiales gringos y del Embajador de ese país. No hay, cuando menos en la foto, ni un solo guatemalteco, excepción hecha del propio Vicepresidente, quien ha pasado los últimos 40 años de su vida residiendo precisamente en Estados Unidos. De hecho, en la misma conferencia el Embajador yankee anticipa que el mes próximo llegarán al país 4 helicópteros para combatir al crimen organizado. Es decir, que el proceso va en marcha y no es de mediano ni largo plazo, sino inmediato.

En la mencionada conferencia de prensa se dijeron al respecto otra serie de disparates que conviene destacar. Por ejemplo, se afirmó tranquilamente que en gobiernos anteriores se ha reducido exageradamente a la institución castrense, y no como lo estipulan los Acuerdos de Paz, que establecen una reducción de hasta el 33% de los efectivos.

Recomendamos a la Ministra de Educación que asigne con urgencia un buen maestro de matemáticas al Sr. Vicepresidente, porque en el mismo artículo publicado por Prensa Libre, el vocero del Ejército informa que, en 1996, el número de efectivos era de 45 mil y que en la actualidad es de 15 mil 500. Y, si Pitágoras no estaba loco, el 33% de 45 mil da 14,850, es decir, que todavía faltan por reducir unos cuantos efectivos más. (Preferiblemente oficiales, a gusto del FNL). Las apreciaciones cuantitativas del Vicepresidente, entonces, no pasan de ser más que otro dislate.

Se asegura, claro está, que esta duplicación en el tamaño del Ejército se hará para combatir al narcotráfico, al contrabando y al terrorismo. Sin embargo, ninguna de esas tres tareas es competencia del Ejército, de conformidad con lo que establecen las leyes vigentes, incluida la propia Constitución Política de la República. Esas son labores importantes, pero son competencia del Ministerio de Gobernación y no del de Defensa.

En este collar de disparates hay otra joya que merece comentarse. El Vicepresidente Espada afirmó lo siguiente: “Como estamos en tiempos de paz, los militares tendrán asignaciones en áreas sociales, como parte de su especialización”. Es decir, que los nuevos militares harán funciones de maestros o de salubristas o de trabajadores municipales o vaya Usted a saber a qué se refiere con eso de asignaciones en áreas sociales.

Lo que indica el más elemental sentido común es que, si en el país hacen falta trabajadores y trabajadoras en áreas sociales, pues deberían nombrarlos los ministerios y las instituciones públicas respectivas, las cuales tienen bajo su responsabilidad la prestación de servicios especializados. Nada tienen que hacer los militares metiéndose en terrenos que no conocen, que no les corresponden y en donde, además, nadie los ha llamado. El Vicepresidente sostiene que estamos en tiempos de paz, entonces, ¿a santo de qué duplicar el tamaño del Ejército?

En estos momentos, la realidad del país muestra que, en materia de seguridad pública, el Estado cuenta apenas con 21 mil efectivos en la PNC, mientras que en las empresas privadas de seguridad la cantidad supera ya los 150 mil. Es decir, que los sectores populares estamos siendo testigos y a la vez víctimas de un acelerado proceso de privatización de las fuerzas de seguridad, al punto en que hoy solamente tiene seguridad quien puede pagar por ella. Esa es una de las tantas políticas que deben transformarse para atender con eficacia y eficiencia el tema de la inseguridad ciudadana. Al fin y al cabo, meses atrás el país se aburrió de escuchar que “la violencia se combate con inteligencia”. Ya va siendo hora de que las nuevas autoridades den siquiera una muestra de tenerla.

Estas declaraciones, sin que quepa la menor duda, violan flagrantemente la letra y el espíritu de los Acuerdos de Paz. El incrementar el número de miembros del Ejército hasta el doble resulta una medida que marcha en dirección opuesta a los compromisos asumidos por el Estado en el marco del proceso de paz y que, además, resulta absurda en un país que requiere concentrar sus presupuestos en la atención de una amplia gama de servicios públicos, cuya prestación es obligación del Estado y que hoy están prácticamente desatendidos. Es primero el abastecimiento de los hospitales. Guatemala necesita más maestros que soldados.

Es presumible que, a estas alturas, miles de personas que ingenuamente dieron su voto a la UNE en la pasada contienda electoral, ahora se pregunten qué tan hondo metieron la pata. Lo que es un hecho indiscutible es que la metieron. Para ver hasta qué profundidad, tendremos cuatro largos y tormentosos años. En todo caso, si por la víspera se saca el día, que nos agarren confesados, porque esto pinta mal, muy mal.

¡La Lucha Sigue!
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Para mejor proveer, adjuntamos completo el artículo publicado por Prensa Libre en su edición de hoy mismo.


Prensa Libre, 28 de Febrero del 2008
Plan Esperan llegar a los 30 mil efectivos
Duplicarán número de efectivos del Ejército



El vicepresidente Rafael Espada, junto a la comitiva oficial de Estados Unidos, durante la conferencia de prensa.


Visita

Preocupados por inseguridad


Quince oficiales del Ejército de Estados Unidos visitaron ayer al vicepresidente Espada, para discutir sobre los problemas de seguridad y migración y acerca del fortalecimiento de las fuerzas armadas.

“Fue una visita de cortesía. Hablamos de la seguridad del país. Ellos plantearon sus preocupaciones por el tema”, explicó Espada. La reunión duró aproximadamente una hora.

James Derham, embajador de Estados Unidos en el país, habló en nombre de la comitiva y declaró que apoyarán al Gobierno en el fortalecimiento del Ejército. Anunció que el próximo mes arribarán cuatro helicópteros destinados al combate del crimen organizado.


Especiales

Por hugo alvarado


El vicepresidente Rafael Espada informó ayer que dentro del plan de modernización del Ejército se incluye duplicar el número de efectivos militares, con el objetivo de combatir al crimen organizado.

La visión del Gobierno es aumentar gradualmente el número de efectivos castrenses, por lo que el plan empezará a funcionar a partir del próximo año, y consiste en el entrenamiento de nuevos integrantes y del personal actual.

El vicemandatario manifestó que de 15 mil miembros, la institución castrense pasaría a 30 mil, en los próximos años.

Para poner en marcha el plan, que fue presentado por el Ministerio de la Defensa, Espada explicó que recibirán ayuda de los gobiernos de Estados Unidos, Argentina, Chile, México y Brasil.

Daniel Domínguez, vocero de la referida cartera, confirmó que existe la propuesta y que ya le fue presentada al presidente Álvaro Colom. “Nosotros solo esperamos órdenes para iniciar con la ejecución del plan”, expuso.

Al inicio de la conferencia, Espada dijo que el objetivo es que al final de esta administración exista avance en el aumento de efectivos, pero, ante las constantes preguntas de los periodistas, aseguró que no habría por qué preocuparse en este momento por la cantidad y el presupuesto que la medida representaría para el Ministerio, ya que “lo ideal” es que en los próximos 25 años el Ejército tenga 30 mil miembros.

Justificó que en gobiernos anteriores se ha reducido exageradamente a la institución castrense, y no como lo estipulan los acuerdos de paz, por lo que retomarán el compromiso, que es del 33 por ciento.

Domínguez refirió que la modernización del Ejército no consiste solo en la capacitación técnica y tecnológica, sino también se requiere incrementar el recurso humano.

El vocero militar comentó que antes de la firma de los acuerdos de paz, en 1996, la fuerza militar era de 45 mil efectivos, y actualmente es de 15 mil 500.
De 1996 a la fecha, la reducción ha sido del 66 por ciento. La primera se efectuó en el 2002, y la otra, en el 2004.

En las fronteras

El vicegobernante detalló que los nuevos castrenses serían asignados para resguardar las fronteras y las aduanas, a fin de combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

“Como estamos en tiempos de paz, los militares tendrán asignaciones en áreas sociales, como parte de su especialización”, afirmó.

Decisión lamentable

Nineth Montenegro, diputada de Encuentro por Guatemala, lamentó la intención del Ejecutivo de elevar la cantidad de militares. “Con esa disposición van a debilitar el papel de la Policía Nacional Civil. Estaríamos retrocediendo”, opinó.


Eleonora Muralles, activista de Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro, dijo que no le encuentra lógica a la propuesta del Gobierno. Destacó que en lugar de aumentar el número de militares, se debe de incrementar el de agentes policiales.

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