Guatemala, 1 de Abril del 2009
En un acto evidentemente planificado, fuerzas oscuras al servicio de sectores ausentes de cualquier escrúpulo, dieron muerte al periodista Rolando Santis, trabajador de Telecentro, e hirieron a su camarógrafo, Juan Antonio De León Villatoro, quien se encuentra grave en un hospital capitalino, con acceso restringido y bajo protección, para evitar que acaben con su vida. Como ya se ha hecho frecuente en el país, dos asesinos, transportándose en una motocicleta, interceptan el vehículo, atacan a tiros a sus ocupantes y se dan luego a la fuga.
Desde el Frente Nacional de Lucha expresamos nuestra solidaridad con la familia del compañero Rolando Santis, así como con el gremio de trabajadores de la comunicación colectiva, a quienes la violencia y la impunidad han vestido hoy de luto.
Hacemos público, además, nuestro deseo de que el compañero Juan Antonio De León se recupere pronta y satisfactoriamente y pueda reasumir sus labores y su vida cotidiana, que, sin duda, se verá severamente afectada por estos hechos de sangre de los cuales fue víctima.
En el marco de la Campaña "Alto a la Violencia y a la Impunidad", que las organizaciones sindicales y populares lanzamos el pasado Viernes 27, denunciamos ahora, enfáticamente, este nuevo crimen.
Es evidente que hay grupos que, en defensa de sus inconfesables intereses, no dudan en sembrar la muerte y el dolor en el seno del pueblo, con tal de generar un clima de ingobernabilidad del cual creen poder sacar provecho. Por fortuna, los medios de prensa han sabido guardar la ecuanimidad que el país requiere y no han caído en la trampa que les tienden los autores intelectuales de estos dolorosos hechos.
Pocas horas después, alrededor de las 7:30 p.m., en San Benito, Petén, otros sicarios disparan contra la vivienda del compañero Edgar Neftalí Aldana Valencia, destacado dirigente del FNL de Petén, de la UTP y del SNTSG. La casa de habitación queda con los vidrios rotos y marcada con 9 impactos de bala. El atentado puso en riesgo la vida de toda la familia, incluida una niña, quienes se encontraban dentro de la casa al momento de sufrir la balacera.
Minutos después, por teléfono empezaron a amenazar al compañero con darle muerte a él y a su familia porque "se había metido en problemas por andar en eso de los sindicatos". Los sicarios hicieron uso tanto de llamadas directas como de mensajes a su celular. Los mensajes quedaron registrados, así como los números telefónicos desde los que lo llamaron.
El colmo fue que, al momento de interponer la denuncia tanto ante el MP como ante la PDH, recibió como respuesta inicial que mejor pasara mañana, porque ahora ya no había nadie que pudiera atenderlo.
Llamamos una vez más a las autoridades públicas a que realicen sus labores con prontitud y eficiencia, a efectos de esclarecer este nuevo crimen y de llevar ante la justicia a sus hechores.
E instamos a las autoridades, además, a que actúen de manera que se ponga fin al negro manto de impunidad bajo el cual se abrigan estos y otros hechos similares.
¡Alto a la violencia y a la impunidad!
¡La Lucha Sigue!
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