Guatemala, 28 de Junio del 2009
El pasado no debe volver
S
e ha producido un golpe de estado en Honduras. De nuevo las derechas se sirven de las fuerzas militares para preservar sus espacios de poder y, así, salvaguardar sus privilegios. Es decir, se ha retrocedido varias décadas en la historia de la región centroamericana.
La época de los golpes de estado, en las que los sectores económicamente poderosos quitaban y ponían a las autoridades del Estado según sus gustos y conveniencias, parecía ya sepultada en las páginas más oscuras, tristes y dolorosas de la historia del istmo. Pero no es así. Ahora regresa, protagonizada por los mismos actores de siempre:
- Las derechas, que aunque no dan directamente la cara, son quienes obtienen los mayores beneficios de la ruptura del orden constitucional.
- El Ejército, cuya cúpula militar sirve fiel y obedientemente a la voluntad política de esas derechas.
- Y, obviamente, el Gobierno de los Estados Unidos, usualmente a través de la CIA. Hoy, igual que ayer, ni las derechas ni las fuerzas castrenses se atreverían a dar semejante paso sin contar con la venia del Imperio.
Ante el Golpe de Estado en Honduras cabe, entonces, preguntarse: ¿A quién otorga su respaldo político la administración de Barack Obama? ¿Será que el nuevo gobierno estadounidense quiere mancharse sus manos al darle su aval a planes sediciosos, subversivos, propios de las épocas del Macartismo, de los años de Reagan o del período de Bush?
En cualquier caso, la asonada militar que se ha desarrollado en Honduras es, a todas luces, un hecho político inaceptable. Violenta, de manera flagrante, todos y cada uno de los pilares de la democracia que dicen defender.
Desde el FNL expresamos, de manera firme y contundente, nuestro rechazo absoluto al retorno de los regímenes dictatoriales, de los golpes de estado, del predominio de la fuerza bruta.
Si los hechos se desbordan aún más en Honduras, la sangre que se vierta caerá sobre los rostros y conciencias de quienes promueven este golpe de estado y de quienes lo cohonestan con un silencio cómplice.
Instamos a la Administración de Obama a que no intervenga en los asuntos internos de nuestros países, por la vía de avalar a los perros de la guerra que se han desatado en Honduras.
Reclamamos a los gobiernos centroamericanos, en especial al de Guatemala, a que rechacen con energía ese retorno al pasado.
Y expresamos al pueblo hondureño y a sus legítimas organizaciones nuestra solidaridad, nuestro respaldo y nuestro fraterno abrazo.
¡LA LUCHA SIGUE!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario